Este centro de abastos, según los comerciantes que laboran
en el lugar, presenta malas condiciones por la falta de mantenimiento de las
autoridades municipales. Pero a criterio, de la administración del mercado,
sólo hay una explicación: los comerciantes no colaboran
Lo que es cierto es que las condiciones son deplorables.
Por ejemplo, en el área de mariscos se percibe un olor nauseabundo que
proviene de las aguas de pescado y otros desechos que están en el suelo y que
se quedan en las rejillas de desagüe. Además algunos mesones y la cerámica
comienzan a dañarse.
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